
Hacía meses que no escribía y una voz de dentro ya me estaba diciendo: -coge el teclado que toca volver a escribir-. Cuando algo forma parte de ti no puede estar dormido durante mucho tiempo.
Me siento afortunada porque todo lo que hago en mi campo laboral me apasiona pero la escritura es algo que no puedo olvidar o dejar a un lado. Cuando algo de dentro de ti te llama y no le haces caso, la vida te da mensajes sutiles por todos lados si realmente quieres verlos y escucharlos. Por poner un ejemplo, algo que me he dado cuenta es que la mayoría de películas que miro en un porcentaje muy alto los protagonistas son escritores, y de verdad que no las elijo a propósito.
Empiezo así el artículo porque me gustaría hablar del propósito de vida que cada persona tiene en relación a los estudios o campo profesional y para ello es importante escuchar nuestro interior y esos mensajes sutiles que nos envía la vida.
El viernes pasado Neus y yo hicimos un curso para adolescentes y jóvenes: “Conecta tu propósito de vida con tu camino profesional”. Desde aquí agradecer a todos los participantes por la experiencia tan grata que vivimos. Ver cómo se les ilumina la cara cuando entienden algo que les está afectando y no habían sido conscientes hasta entonces; o cuando entienden que cualidades o talentos forman parte de ellos de forma innata, no tiene precio.
Según mi sentir y mis creencias en la vida tenemos varios propósitos: unos tienen que ver con aprendizajes que tenemos que hacer para evolucionar como individuos y otros tienen que ver con esos talentos únicos con los que nacemos, y que no están ahí por casualidad. Estas cualidades están para algo, tienen que ver con nuestro propósito en el campo profesional. Y muchas veces estos dos propósitos, el de evolución como individuo y el profesional, están unidos. Mi opinión y mi sentir tampoco es que tenemos solo un propósito profesional. Podemos tener varios porque de estos propósitos depende nuestra evolución. Y os voy a poner el caso tanto de Neus como el mío.
El caso de Neus por ejemplo es muy interesante por el contraste. Ella estuvo trabajando durante años en el campo de investigación en laboratorios. Su campo era totalmente científico hasta que una crisis personal la llevó a un campo totalmente diferente, el de la espiritualidad. Hay personas que piensan que la ciencia y la espiritualidad son totalmente diferentes y que por supuesto no se pueden unir. Pero esto no es cierto. Según mi opinión, uno necesita del otro.
La ciencia es un proceso de análisis. Existe una cuestión por resolver, y una hipótesis sobre ello que hay que verificar. La espiritualidad forma parte de lo que somos y no podemos dejarla a un lado. La espiritualidad en una definición simple sería el conocimiento y aceptación de la esencia inmaterial de uno mismo. Se podría decir que es algo invisible que también se podría describir como energía y que la ciencia también está estudiando, más concretamente la física cuántica. Por lo tanto, ciencia y espiritualidad o energía, si quieres llamarlo así van de la mano. Se necesitan para poder comprender lo que somos y cómo funcionamos. Sin un autoconocimiento real de lo que somos no podemos evolucionar y dar solución a las cosas que nos suceden.
Tenemos diferentes sentidos: olfato, vista, tacto, oído, gusto pero también un sexto sentido que muchas veces olvidamos: la intuición. La intuición forma parte de nuestra biología, es algo esencial en los animales para su supervivencia. Pero entonces, ¿porqué no la tenemos en cuenta, llegando incluso al olvido en algunas personas?
La intuición es esa voz sutil de la que hablaba al principio, cuando te escuchas y quizá estás sintiendo que tu realidad no es coherente a lo que sientes.
En el taller Neus a través de su intuición pudo conectar con esas voces interiores de cada uno para expresar lo que ellos no se atreven a decir o no acaban de creer de sí mismos. Conectó con parte de sus talentos únicos, con los que nacieron y tiene que ver con su propósito en su campo laboral. Mi papel en el taller era unir esa parte intuitiva con su propio autodescubrimiento y autoconocimiento, llevando ese propósito a lo real para poder materializarlo. Para ello utilicé el coaching con playmobil. Con los playmobil unimos los dos hemisferios cerebrales: el derecho a través de la simbología y las emociones que nos producen los muñecos y el izquierdo cuando a través de unas preguntas y un acompañamiento nos damos cuenta de las cosas y buscamos recursos o acciones para poder llevar a término nuestro propósito.
En el taller salieron temas muy interesantes. Os explico algunos de ellos pero salieron muchos más.
Un adolescente no acababa de aceptar una de sus cualidades innatas que es la conexión y la facilidad que tiene en entender la música. Su bloqueo estaba en creer que solo se puede conseguir a través de una exigencia elevada. Esto es un tema muy recurrente: el creer que solo hay una forma de conseguir las cosas y es en base al esfuerzo y el sacrificio. Aquí está el error. Hay otras formas donde tú puedes equilibrar todas tus áreas de la vida sin sacrificar nada. De hecho en el equilibrio y en buscar tu forma de hacer las cosas es donde radica el éxito.
En el taller otro adolescente que está estudiando informática, se vio claramente que su propósito, sus cualidades innatas, tenían más que ver en guiar a las personas a través de un entrenamiento o coaching con la unión de cuerpo (entrenamiento en el gimnasio), alimentación sana y mente.
Cuando pensamos en una profesión pensamos de forma limitada. Por ejemplo, en el caso de este chico solo contemplaba el ser profesor en un gimnasio sin darse cuenta que puede unir diferentes cosas como las que se vio en el taller. A través del entrenamiento del cuerpo puede ayudarles a superar sus limitaciones y trabajar su autoestima con un acompañamiento tipo coaching (trabajando su mente, sus creencias) y un cuidado de salud (con la alimentación).
Según mi opinión nada es un error aunque estudies algo que no tenga que ver contigo, con tu propósito. Si esto sucede es porque algo tenías que aprender de esa experiencia. Sin embargo la vida es corta, ¿porqué desaprovechar el tiempo en algo que no tiene que ver contigo?
El que saques una buena nota en una asignatura no es garantía que tenga que ver contigo. Tampoco es una garantía a tener éxito elegir una profesión porque ahora está de moda y hay mucha demanda. Si no tiene que ver contigo, con tu propósito no te llevará al éxito. La única forma de sacar el máximo potencial y realmente destacar en ello es que realmente te apasione, que tenga que ver contigo. Ahí te puedes pasar horas y horas, y no será nunca un sacrificio sino un placer.
También puede suceder lo que me ocurrió a mí. Estudié diseño gráfico y cuando nacieron mis hijos, se despertó en mí una gran necesidad de dar soluciones a la parte emocional. Empecé hacer formaciones de desarrollo personal y me di cuenta que podía unir la parte creativa, de diseño con el desarrollo personal. Así que me reinventé, uniendo estás dos partes con la escritura y con proyectos educativos. Ahora me doy cuenta que para poder desarrollar mi propósito laboral fue muy importante el haber estudiado diseño gráfico. Así que todo tiene un para qué.
Desde aquí te invito a que conozcas nuestros talleres y puedas experimentar la magia de conectar tu propósito de vida con tu camino profesional.
Infórmate de las nuevas fechas del taller en: proyectosunmundomejor@gmail.com – Tel. 660 695 194
También puedes concertar sesiones individuales.